enero 17, 2020

Si me escuchas en mi Podcast o me sigues por Instagram, me habrás escuchado varias veces hablar del patrón de consumo.

Se trata de la plantilla que llevas de serie para relacionarte con tus finanzas. Es, digamos, la tendencia que tienes a la hora de consumir.

En mi opinión, sólo hay dos formas de comportarse: ser consumidor o ser ahorrador (en un próximo artículo hablaré sobre este tema). Digamos que es o blanco o negro, aunque entre medias, puede haber toda una familia de grises.

De qué depende nuestro patrón de consumo

Bien, ahora que ya sabemos qué es el patrón de consumo, debemos tener en cuenta los aspectos que lo han generado y que lo potencian:

  • Experiencias personales
  • la familia
  • Pareja
  • Situación económica propia o externa
https://youtu.be/S3SsPhdRdug
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Las Experiencias Personales

El dinero es un aspecto tan importante en nuestra vida, que lo que nos ocurra con él, puede marcarnos para siempre.

Imagina que te toca la lotería, lo tienes todo. Consigues llegar a donde siempre soñaste, y gracias a ese dinero, pudiste codearte con personas que de otra forma no habrías podido. Imagina que un día te lo gastas todo. Imagina que te quedas en la ruina (lamentablemente, este hecho es más común de lo que te puedas imaginar).

Bien, ¿cómo crees que te afectaría este hecho para el resto de tus días? Estoy segura de que marcaría tu patrón de consumo para siempre.

La Familia

Otro de los influenciadores del patrón de consumo es la familia. No me voy a andar por las ramas, y hablarte sobre ti árbol genealógico, porque eso me daría para un post entero, aunque sí quiero hablarte sobre lo que te enseñaron tus padres de finanzas.

Pero ojo, no sólo lo que te dijeron de forma consciente, sino sobre todo, lo que te quedó de forma inconsciente. Lo que se enteleía en la relación que mantenían tus padres con el dinero: es malo, es poderoso, sólo trae problemas, es peligroso, hay que ahorrar, el endeudamiento, etc...

La Pareja

Llega un momento en que la pareja sustituye a la familia de origen, y aunque tu patrón heredado de tus padres, te seguirá siempre, sí puede verse modificado al convivir con otra persona. Estos cambios pueden ir en la línea de potenciar lo que traes de serie o bien diluirlos.

Situación Económica Propia O Externa

Aquí empezamos con lo más obvio: según sea tu poder adquisitivo, así funcionará tu patrón de consumo. Si tienes momentos e bonanza y eres consumista, es posible que tires la casa por la ventana más de una vez. Y si tienes bonanza y eres ahorrador, es posible que te obsesiones con la idea de acumular más.

Lo interesante es lo que le ocurre a tu patrón de consumo con la situación económica de tu entorno, ya sea provincia, región o país.

Aquí entra en juego algo que se llama la Confianza del Consumidor y que hará que aunque tengas una situación económica boyante y estés escuchando que hay crisis, reducirás tu consumo (tanto como sea tu patrón favorable al gasto).

El patrón de consumo es de por vida

Posiblemente, alguno de estos factores te influyan tanto que hagan modificar tu patrón.

Aunque creo que el patrón no cambia, sí se puede moldear. De hecho, lo inteligente y responsable es modificarlo para sacar lo mejor de nosotros mismos.

Conclusión

El patrón de consumo es la forma que tenemos de relacionarnos con el dinero. La creación de este patrón depende tanto de factores internos como externos, aunque se puede ver modificado a lo largo de los años y la madurez de cada uno.

nuriahidalgo

Sobre el autor

Asesora Financiera de Negocios Online.