Hace tiempo que empecé a comprar la comida cada vez menos procesada, y fui haciendo los procesos en casa.
Un ejemplo es con el pollo: los compro enteros y los cuarteo en casa. Después los meto en el congelador, y voy tirando según necesito.
Cómo cortar el pollo para que te cunda
En este vídeo, te cuento cómo preparo el pollo. Ya verás, es muy fácil, aunque reconozco que la primera vez da un poco de cosilla.
Como has visto en el vídeo, empiezo por las extremidades, con un buen cuchillo podrás cortarlas rápidamente. También te puede ayudar si doblas la extremidad en sentido contrario al movimiento natural.
Una vez que ya tengo este paso, hago un pequeño corte en la piel de la pechuga y la voy quitando. Después saco las pechugas intentando dejar lo mínimo de carne en la carcasa. Es cierto que a veces no me importa dejar un poco porque la puedo usar después de hervirla en el caldo de pollo como te cuento más abajo.
Normalmente lo que más gasto con las pechugas, que las fileteo, pero me van sobrando los muslitos y las alitas, así cuando vuelvo a comprar pollos, voy acumulando, y un día nos pegamos una buena comilona haciéndolas todas en el horno.
Qué hacer con los huesos del pollo
Las carcasas también las uso. Procuro no tirar nada.
Voy juntando las carcasas en el congelador. Aunque realmente por cada vez que hago caldo de pollo sólo uso una o media, dependiendo de la cantidad de caldo de pollo que quiero hacer.
Cojo una olla grande y las meto junto con algún hueso de jamón y un chorrito de vinagre y sal. Lleno de agua hasta arriba y lo pongo a fuego bajo (3 de 10). El vinagre lo uso para que suelten el colágeno. Es una forma muy natural de conseguirlo y, además, bien barata.
Lo dejo hirviendo durante 24 horas como mínimo. Obviamente las 24 horas no son seguidas, aunque sí me gusta dejar intervalos de 4 a 6 horas para que le dé tiempo a llegar a hervir. Ten en cuenta que la olla es muy grande, y lo pongo a fuego muy lento para que vaya soltando todo el colágeno.
Una vez que ha pasado este tiempo, lo meto en botellas de cristal y lo guardo en la nevera. Si veo que va a pasar mucho tiempo sin usarlo, también lo congelo y voy sacando poco a poco.
¿Para qué usar el caldo de pollo?
Ahora ya tenemos una súper materia prima que nos ha costado bien poquito, además es muy natural.
Puedes usarlo para muchas cosas. Para lo que yo más lo uso es para tomar como consomé o sopa con fideos. Viene muy bien para una cena rápida esos días que te has quedado sin ideas o tiempo y no hay mucha hambre.
Tal cual, lleno una taza y la meto en el microondas si quiero tomarme un consomé rápido, o bien echo el líquido en una olla con unos pocos fideos y lo dejo hervir hasta que se haya hecho la pasta.
Otro uso que le doy al caldo de pollo es para hacer arroces. Si tengo mucho caldo directamente hiervo todo el arroz con el caldo, en cambio, si tengo poco, lo que hago es combinarlo con agua.